sábado, 23 de abril de 2011

Mi vida, de libro



   Milagro. Tras un mes de hipoteca, cumpleaños, vacaciones y facturas imperdonables, he conseguido llegar a mi querido día del libro con unas cuatro decenas de euros. Dejo la lavadora puesta en la tarifa valle, pillo el metro y me voy a Sol a por libros para regalar a mis seres queridos. No concibo este día de otra manera.





   Estoy excitada y llena de sensaciones electrizantes. He escogido El Hobbit de Tolkien para mi hijo. Le he dejado en casa leyendo un libro sobre El sistema nervioso y no puedo olvidar que estas navidades, él solito me ha comprado Paraíso inhabitado de Ana María Matute, donde he saboreado luces y recuerdos de una infancia misteriosa y compartida. Llego a casa y le grito:  ¡Feliz día del libro! Me abraza, muy contento, y se reserva el banquete para la noche. Pero, a la hora de la siesta, ha comenzado el festín.

   Mis dedos tamborilean nerviosos por Moore y Munro (¡deliciosa Lorrie Moore y sus Pájaros de América o mi querida Alice Munro de Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio! Hace tiempo ya de las dos, pero su sensación, hace que me tiemblen las entrañas...), hasta que llegan a Murakami.
   Hace dos años, mi inmobiliaria me dejó sin piso prometido y con mi estudio vendido. En la calle literalmente, me cedió un local que alquilan a europeos del este para dormir mientras tanto. Y mientras las noches de junio me acorralaban por el calor y el miedo, mi amiga Concha me protegió del susto, dejándome Sauce ciego, mujer dormida de Murakami, que me hacía los atardeceres más y más deseables. El verano pasado sufrí de auténtica adicción con Sputnik, mi amor. Ahora, le tocaba el turno a De qué hablo cuando hablo de correr. Estoy empeñada. Deseo correr y seguir al corredor que me precede, moviendo mi voluntad y mi corazón, pues estoy convencida de que mis piernas me llevarán donde el corazón me lleve...(pero éste es otro)
Mi amiga Concha lloraba por la separación de su hermana Montse. Le regalé mi libro, mi único libro, (por ahora)  para que se lo mandase a Barcelona de consuelo y la cercana desconocida de Montse me hizo llegar otro regalo en correspondencia este septiembre: La piel fría de Albert Sánchez Piñol, que he grabado para colaborar con mis amigos de El Tinglado. El humor ácido catalán, que tanto me gusta, se ha visto sustituído aquí por una literatura desconcertante, fantástica y miedosa. Asombroso.

   Acudo a una pasión incombustible, a pesar del tiempo. Es un amor sin fisuras: Paul Auster; y escojo Un hombre en la oscuridad. Todavía recuerdo este verano, el rumor de los alisos mezclado con la conversación de mi madre con mi hijo en agosto. Pero, yo estaba sumida en un silencio poderoso de la trama de Invisible. Pura potencia y acto. Es como escribir la lectura. Impresionante.

   Doris Lessing y De nuevo, el amor. Recuerdo el olor de piscina municipal que perfumaba el Diario de una buena vecina que me leí en julio y cómo descubrí sentimientos que yo creía que eran sólo míos. Es admirable. Me encanta cómo retrata sentimientos. Con sutileza y energía. ¡Qué pintura de la ancianidad de una mujer en mi recuerdo estival! A ver qué tal este.

   Hay un problema en caja con las tarjetas (¡no me lo puedo creer! jaja...) y dejo a Paul Auster y a Doris Lessing...por ahora...Cojo el metro, llego a mi barrio y mis manos siempre encuentran las monedas necesarias para el pan de hoy. No llevo mitones, porque ya estamos en primavera, pero llena de grandes esperanzas, se me prepara una tarde de pc y proyectos gratuitos, pero vitales.

   Los personajes de Dickens...somos así.

   ¡Feliz Día del Libro a todo el mundo!

3 comentarios:

  1. Thanks a lot, Wang Han Pin!

    You are very kind. I´ve visited yours, but I´ve got some problems with characters.

    I hope visit your country sometimes...

    Your message is a present for me!

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  2. Me encanta leer lo que escribes.
    Un abrazo

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  3. Gracias, Marilina.
    Si pudiera escribir sin parar...sería tan feliz...
    Verdaderamente, es hermoso saber que cuento con lectrices y lectores tan incondicionales.
    Sigues teniendo el blog más bonito que he visto en mi vida...
    Un abrazo.

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