viernes, 15 de noviembre de 2013

James Salter, La última noche

A los hombres que sienten (y padecen).

   Este libro se me ha pegado a la piel, porque destruye tópicos.

Parece común esa expresión de que los hombres son fríos, reservados, desalmados, parece que amen desde alguna señal interpretada, pero no dada... y que el amor -grande como un horizonte-, o la tristeza -como un mar en el que ahogarse-, o la nostalgia -desde el exilio de lo irrecuperable- con un código lingüístico, elaborado en forma de confidencia o terapia,  es patrimonio de las mujeres...

Eso se decía, mientras yo siempre  defendía que me molestaban esas diferencias, que todos éramos personas...desde un impulso ético...sin pruebas en los bolsillos...más que el conocimiento de mi propia naturaleza extrovertida y, a la vez, sigilosa...Medio mujer, medio hombre...


Y un compañero, que se ríe a carcajadas desde la orilla de lo contrario, me presta este libro escrito por otro hombre y me dice que empiece por el último relato...Comienzo a leerlo en el andén de una estación , mientras espero a que llegue el cercanías, y en pleno viaje, "La última noche", cambia mi vida, y mi soledad se ve envuelta por silencios elocuentes, por actitudes ligeras y contundentes, por seres humanos ya muy adultos, que se aman, se traicionan, se recuerdan con profundidad y sin condena...

Como ver por una ventanilla la escena pasajera de parejas con solidez en sus uniones y desuniones:  casados, divorciados, aventuras con una tercera o un tercero...y en todo momento, esa delicadeza del sentimiento...desde la desacostumbrada voz de un personaje masculino...¡qué extraño y qué amable en toda su expresión me ha resultado este hallazgo!...

Se retrata el autor, elegante y tierno, en la factura de sus relatos. Me han dejado prendada algunas frases en masculino y los correspondientes silencios que tapan todo pathos o hipérbole, por ejemplo:

-Qué hermosa es una mujer sola, con camisa blanca de verano y las piernas desnudas...

-Tetas preciosas. Eso es como decir "te quiero" (pensamiento femenino desde el otro lado)

-Ante la petición de la esposa de que su marido despida a su amigo amante, piensa él: Hay cosas a las que no puedes renunciar porque eso te partiría el corazón. Lo que Anna me estaba pidiendo era media vida, él quitándose el reloj, él entre mis brazos, enteramente mío, indescriptiblemente feliz, enamorado de mí. No existía nada parecido... 

-Ante una aventura de un casado feliz, éste experimenta:  Lo prohibido nutre el apetito de todo lo demás. Iba de lo uno a lo otro con el corazón puro. Observando a la amada: Mañanas de verano con su temprana luz suave. Mañanas de amor, los números rojos sucediéndose silenciosos en el despertador, el primer sol en los árboles. Su impresionante espalda desnuda. Las horas más sagradas, se daba cuenta él, de su vida.

-Un protagonista enamorado toda su vida de una mujer, cuando la ve ya divorciada y cambiada, decide renunciar a ella, no sin dolor: Pensó en el amor que había llenado la gran habitación de su vida y en que no volvería a conocer a nadie como ella. No supo qué lo embargaba, pero en medio de la calle se echó a llorar.

-Hay un diálogo, digno del mejor guión de ese estupendo cine cínico de película americana en blanco y negro: -No se puede tener éxito a diario. -Pero se puede tener algo igual de bueno. La expectación del éxtasis...

Del último relato, no puedo hablar, es una joya en miniatura, pero me quedo esta vez con el gesto femenino de la moribunda que acaricia la tripa redonda de su marido entrado en años y al inclinarse para besarlo, dejó de sentir miedo por un instante.

He leído este libro  deseando que no se acabara. Sólo un relato por día y he repetido algunos, porque me ha dejado exhausta la economía y la afectividad de un escritor ingeniero, militar y sabiamente mayor, que recoge, amorosamente y con  elegancia,  todo tipo de posibilidades en las parejas (hasta la inquietante puja entre suegro y yerno por la misma amante...)

Mientras leo el libro,  bailo con mi silencio, que se me hace presente...y me hace feliz.










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