miércoles, 18 de mayo de 2011

El gato con botas, Perrault

  El gato con botas, cuento popular recogido por Perrault, es un relato maravilloso sobre los beneficios que una mascota otorga a su amo.

   Como todos conocéis, el benjamín de un molinero por la ley de mayorazgo medieval, que regía las herencias, es privado de la propiedad del molino y del burro. Al tercero, sólo le toca el gato y lamenta su suerte.

   En este momento, el personaje del joven se desdibuja y el gato se dedicará a intentar cambiar la suerte de su amo y sacarle de la pobreza mediante las astucias que ingeniará para transformar a su amo pobre en el Marqués de Carabás, hasta que lo consigue realmente y logra su felicidad cuando se casa  con la princesa.

   Hasta ahí, todos hemos disfrutado con este cuento popular.

   Sin embargo, como compañera de piso de mis gatos Alberto y Clara, he podido comprender este cuento en otra profundidad desde la que reflexiono.
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   Me parece increíble y generoso que el eje del cuento esté formado por las diversas hazañas del felino para hacer feliz a su amo. Precisamente, nuestras mascotas , en momentos de soledad y pobreza semejantes a los del molinero, nos regalan cada día momentos de amor y compañía insospechados para la mayoría de los mortales.

   No deja de ser sorprendente que el gato comprenda que su amo precisa de otra compañía humana y complementaria, de otra suerte mejor,  y que sea el camarada que le acompañe en ese tránsito. ¿Acaso nuestros animales nos piden exclusividad?  En absoluto ¡Y, sin embargo, cuánto  aprecian nuestra presencia!

   ¿Es la misión de mis queridos gatos acompañarme para una felicidad superior y complementaria a la que ellos me ofrecen? Me parece conmovedor, que,  una vez casado el hijo del molinero, las misiones del gato se vean cumplidas y el relato termine.

   Entonces, ¿es el relato de un animal de compañía cuya vida estaba destinada a hacerle feliz? ¿cuál es la vida futura del gato con botas? ¿Ha podido ser este cuento una inmensa metáfora sobre todo lo que nos dan los animales de compañía, cuando el mundo sigue girando para tantas personas solitarias, olvidadas, carentes o repletas de todo, pero con un hueco especial  que sólo ellos saben llenar?

   A veces, pienso que mis gatos, las criaturas que observo, mis árboles queridos y las plantas de las que disfruto tanto, me conectan de un modo especial y distinto a la vida, a la naturaleza y me vinculan al amor mismo...

2 comentarios:

  1. Solo puedo decir,
    Cuanta razón tienes.
    Voy a darle las buenas noches a mi gatin (Harry) que se lo merece.
    UN BESAZO!

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  2. Un besote, Myriam. Acaricia la garganta a Harry ;)

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