domingo, 6 de marzo de 2016

El sonido de las lenguas: una oportunidad para el cambio.


¿Es ese sonido característico de cada lengua una nueva posibilidad de existir en este mundo? ¿Hasta qué punto cambia nuestra personalidad cuando hablamos en otro idioma? ¿Cómo puede llevarnos otra lengua hacia modos de ser, al deslizarnos por otras melodías lingüísticas?

Mis gatos Alberto y Clara se quedan estupefactos cuando hablo en casa en inglés o francés. Lo que más me pasma es que, cada uno, reacciona ante un idioma distinto. Alberto (no es el único) se queda ojiplático ante mi inglés y Clara me huele la cara para cerciorarse de que no he salido de mi yo, cuando me escucha en francés...

¿Qué es lo que advierten, realmente?





 Cuando en la compañía de mis cojines y en el trono de mi sofá, me despepito sintiéndome a salvo y me voy despojando lentamente del guante negro del miedo al mistake...una extraña sensualidad se apodera de mi parlamento y una alegría de juego infantil se instala en una sonrisa, que, siendo mía, podría ser de otra...Es una oportunidad.

Cada lengua es una lente por la que mirar el mundo. Por la que llegar a los demás o a uno mismo...Pero esas palatales francesas tan mimosas, que se instalan, equilibradamente, en una sintaxis tan contundente, me hacen salir de mí, para llevarme por esa partitura de liasons hacia ritmos alargados donde recrear el gesto y el plaisir de la langue...No sólo me imagino otra posibilidad de ser, sino que visualizo otros personajes a mi alrededor...

   En inglés, si caliento mis cuerdas en la lentitud y me deleito en cada palabra , como con una onza de chocolate, con esas dentales y esas sibilantes, con esas vocales tan matizadas, mi lengua se mueve juguetona entre mis dientes, como en una invitación continua a un beso sin destino...Y sólo, oyéndome, travestida, no sólo me veo en otra vida, sino que veo las posibilidades de hacer ciertas esas aventuras. El inglés, en sus sonidos, me ofrece una invitación metálica al viaje  y es un guiño directo al open air. Dramatically.

   Pienso ir donde me llevan esas notas y esos ritmos...Esa música distinta que me despoja de mis ropas acostumbradas y me lleva, como una corriente irremediable, a ser esas otras Lauras que hay en mí...
  

3 comentarios:

  1. Una vez me dijo una profe, a la que escribiré en breve con una petición sin urgencia que la dejará sorprendida, me dijo que "los ingleses eran como los gatos" y, últimamente pienso, ¿los estadounidenses son como los perros...sólo juegan con su especie? Desde luego son presuntuosos en cuánto a su relación con el hombre.

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  2. Sé de quién si no me ve, no sabe que soy yo cuando hablo inglés. Besos

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  3. Gracias por compartir, esta es la información muy útil. Si usted está planeando Viaje a la India desde Argentina, visita aquí.

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