jueves, 24 de octubre de 2013

Doris Lessing, El Cuaderno Dorado

De quinientas o mil novelas, una sola posee la cualidad que una novela debería tener para serlo auténticamente: la cualidad filosófica.


El conocimiento de uno mismo consiste siempre en tener una conciencia cada vez más profunda de lo que ya sabíamos.




Hace un curso que me leí esta novela y la fui subrayando en el metro, como quien marca hitos en una ruta de peregrinación. Descubriendo y aceptando fragmentaciones. Enjuagando lágrimas ajenas maceradas en la piel caliente y salada. ¡Cómo no reconocer ese estado de lloración, en que el llanto se conecta con lo más profundo de la conciencia!...




Esta novela se divide en los distintos estados del yo de Anna Wulf, comunista británica, mujer libre con hija, bloqueada literariamente y prisionera de unas contradicciones vitales, que parecen "sólo" amorosas, pero no...Afectan a lo más absoluto del ser humano.

En un momento de absoluto conflicto, resuelve en un intento de ordenar y calmar su vida, dividir sus escritos en cuatro cuadernos. El negro, donde habla de su experiencia literaria y refleja que tras Las fronteras de la guerra, novela que trata sobre los efectos sobre Rodesia antes y después de la Segunda Guerra Mundial y que constituyó un éxito de ventas, se encuentra imposibilitada para toda creación literaria.

 El cuaderno rojo, en el que recoge sus experiencias como militante del partido comunista británico. A pesar de esta entrega a la colectividad, la propia Anna es consciente de las contradicciones generadas entre un verdadero pensamiento democrático y en perpetuo estado de crítica, y la imposición de los camaradas, de la sumisión a la autoridad, a la disciplina de partido, alejados de todo pensamiento propio.

En el cuaderno amarillo, recoge el borrador de una nueva novela en ciernes, espejo literario de su vida personal y en el que Anna observa con distancia las peripecias de Ella, su trasunto. Le sirve para analizar y comprenderse, puesto que la palabra en cuanto ha sido escrita, se libera de cierta dosis dolorosa de realidad, para convertirse en "otra cosa", el "ello"...

En el cuaderno azul, intenso, recoge su vida personal, sus intentos por comprender los sentimientos que fluyen en diálogo lúcido, ya en forma de réplica aguda a su amiga Molly, mujer libre como ella, es decir, sola y necesariamente "fuerte",  o en forma de parlamento que descubre nuevos estados de su consciencia ante su psicóloga.

Fruto de esos cuadernos, segmentaciones de una única persona, es el cuaderno que aglutina a todos: el Cuaderno Dorado.

El Cuaderno Dorado es, en realidad, la Vida misma con todo su dolor. La elección de lo colectivo y su rechazo, desde la reclamación de lo propio, por ejemplo en la dimensión política de Anna. Pero, es también la conciencia en lo artístico, de que lo emocionalmente auténtico, rara vez puede ser un éxito compartido por tanta gente como un best seller, porque su escritura es una captación rapídísima de sentimiento profundo y verdadero, antes de que se adultere por la "forma" o el "estilo"...

En lo vital, Anna es amorosa y amante, y, pese a esta inclinación y a su inteligencia poderosa, bajará todos los escalones de su voluntad y se entregará a la destrucción que le ofrece la utilización que hace de ella Saúl. Pasando por todos los peldaños de su infierno, desde el enamoramiento infantil y dependiente, al amor maduro y cínico, que contempla las mentiras y maniobras del abrazo masculino, placer enemigo, y las acepta como un reto a su percepción y control, hasta el amor abandonado que recoge el zumo agridulce de tantas idas y venidas, de tantos ciclos de peleas y ternura...Revelador el siguiente pasaje: Para las mujeres, como yo, la integridad no consiste en ser casta ni fiel, ni nada de esos anticuados conceptos. La integridad es tener un orgasmo, tener algo sobre lo que no ejercemos ningún control. Con este hombre me sería imposible tener un orgasmo, por ejemplo.Puedo darle placer, eso es todo.¿Y por qué?¿Significa esto que solo puedo tener orgasmos con un hombre al que quiero?¿Qué horrible desierto me espera, si esto es verdad?


En realidad, la pasión intelectual de la protagonista la conduce a lo moral, en todos los órdenes de su vida, como búsqueda no de lo "correcto", sino de lo auténtico, lo propio, lo personal, lo íntimo, lo que es...y que, por ello mismo, se aleja de sus inclinaciones políticas genuinas: la solidaridad, la fraternidad, lo colectivo, toda vez que reconoce que son imposturas...y se trastoca en aristocrático.


El propio conflicto amoroso o las relaciones entre hombres y mujeres a lo largo de todo el libro, es la consciencia  del fracaso de cómo la Filosofía política, las ideas comunistas o progresistas no han avanzado hasta lo doméstico, haciendo imposible esa camaradería entre hombre y mujer, que debería recubrir el amor y el sexo. Tras esta nueva ruptura, no cabe esperar sino traición y abandono, violencia y placer en el maltrato, consustancial al sentimiento más difícil, el amor.

La neurosis, ese estado de conciencia elevado del que parte Anna, la resguarda del bloqueo y de los límites enfermizos (Nietszche, Freud, lo inconsciente como pre-consciente...) en los que vive la gente corriente. Porque a muy pocas personas les preocupa realmente la libertad, la justicia, la verdad, a muy pocas. Muy pocas personas tienen agallas, el tipo de valentía sobre el que descansa la democracia.


Y, al final, dar gracias por las heridas recibidas, puesto que una madurez sensata y serena descansa sobre una depredación anterior y sólo la última liberación proviene tras haber sido herida brutalmente.


2 comentarios:

  1. hola,cordiales saludos a una profesora muy buena que ayudo a forjar mi personalidad, muchas gracias
    Att:Karel Cedeño Rivera

    ResponderEliminar
  2. Oooooohhhhhhh, Karel! La personalidad es lo más valioso que tenemos...

    Gracias, cuídala mucho y que sea cómoda y auténtica para ti, como un hogar confortable, y constante y firme para los demás, como una torre altanera...

    Sé feliz, muchas gracias de verdad! Serás ya mayor...

    Un abrazo lleno de cariño.

    ResponderEliminar