Es inevitable decir que nos gusta ver los árboles en otoño. Usamos el hiperónimo y salimos del paso. Pero para atrapar y acercarse al otoño, para crujir sus hojas con la mente, hay que nombrar esos árboles por sus nombres para diferenciarlos y quererlos.
Nos daremos cuenta de que sus hojas, llamándose todas así, son distintas y peculiares.
Te sentirás más unido a la Naturaleza, cuando sepas llamar por su nombre a sus criaturas...
¿Te imaginas que te llamaran chico o chica y no te acariciaran con tu nombre cuando te llaman?
Sólo cinco hipónimos, cinco...Y mañana, me los presentas a través de la ventana. Y cuando se los muestres a tu familia, pensarán que eres un poco poeta...Sólo ocurre que comienzas a llamar a los árboles por su nombre.
Atención: abedul (tronco clarito y hojita dorada y temblorosa), catalpa (Tarzán me trae el desayuno en primavera en sus hojas; en invierno, parece tenebroso por sus largas vainas), castaño (qué fiesta de colores y de frutos), plátano (la hoja típica del otoño; a través de ella, de niños aprendimos esta estación) y liquidambar (preciosos tonos rojizos en una hoja característica y puntiaguda).
Léelos otra vez: abedul, catalpa, castaño, plátano y liquidambar...¿has oído algo tan bonito nunca? Ahora ya puedes decirlo tú también. Te los enseño.
Muy currado profe... quiero decir, Laura. Es mejor llamar por el nombre, tu lo has dicho.
ResponderEliminarPosdt: Soy Enrique
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ResponderEliminar¡Muchas gracias, Enrique! ¡Qué ilusión! Eres mi primer comentarista.
ResponderEliminarLa verdad es que me han inspirado vuestras maravillosas redacciones otoñales. ¡Esas sí que eran hojas doradas!
Mañana, bien abrigados, a nuestro paseo por el Madrid ilustrado.
Seguramente, caerán unas castañas calentitas...
Hola Laura soy María de 4ºA , como ya veo que alguien ha roto el hielo, me decido a comentar. Es verdad lo que dices, cuando utilizas hipónimos parece que hablas de una forma especial. Me gusta muchísimo el diseño de tu blog, se nota que te lo has trabajado.
ResponderEliminarMuchas gracias, María. La ilusión se olvida del trabajo y el tiempo dedicado para ofrecerlo, por puro gusto, a los demás.
ResponderEliminarY la Lengua y la Literatura me siguen asombrando...y vuestro cariño, también.
Hola Laura, soy Jose Manuel Tecnología. Me ha gustado el diseño de tu blog, menos mal que no has caido en la horterada de otros.
ResponderEliminarY la entrada de hipónimos me ha encantado, por la conexión, todavía especial que tengo con el mundo de las plantas y el monte, tan olvidado ya en este mundo de cemento y prisas.
Muchísimas gracias, José Manuel. La Naturaleza es muy importante para mí. Estaré encantada de oírte sugerencias en este sentido.
ResponderEliminar¡Primer comentarista del gremio, bueno, mejor, del ramo (ya que eres aficionado a las plantas)!
Hola Laura Soy Myriam de 4ºA, acabo de darle un repaso y hacer algunos ejercicios sobre los hiperónimos y los hipónimos, me he metido en tu blog y he leído esta entrada, es preciosa me encanta, y queda mejor entendido estos conceptos.
ResponderEliminarPrecioso de verdad.
Tu blog es fascinante, ¡Enhorabuena!
Se que te hará ilusión que te comente una persona mas :)
Un saludo
Myriam.
Enhorambuena por este estupendo blog, Laura. Tienes un seguidor más. Un abrazo de Jesús "el filósofo"
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Myriam, por ponerte en mi lugar y valorar mi trabajo y mi ilusión. Lo que más me gusta, es que hayas disfrutado aprendiendo con esta entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Madre mía! ¡Qué honor!¡Jesús!Tenía tu blog Filosofía desde el Palomar, aquí, pero me pareció que tenía que incluirlo en otra sección cuyo título ya he pensado, jeje...
ResponderEliminarSigo tus pasos...pero es difícil llegar a tu nivel. Ya me contarás truquillos.
Muchas gracias y un abrazo, ¡qué ilusión!