Decir Morfología en Lengua es ir directos al corazón de la palabra por el ascenso, a veces, arduo, de la Gramática pura y dura y no otra cosa que deshacer entuertos, podar miedos, endulzar amarguras y acompañar al éxito es lo que hacía con mis queridos alumnos tan diversos en edad y condiciones.
Enseñar a adultos...¡qué ejercicio más precioso de humildad recíproca! Inexplicable y mucho más aún en sus circunstancias tan amargas por tratarse de una asignatura que inspiraba tanto pavor.
Entre mis muchos alumnos, aquí poso con uno de la primera fila. Una cara que ya me sonaba de años atrás en las bibliotecas, cuando después de trabajar en mis clases, yo estudiaba Filosofía y él ya comenzaba Hispánicas...hasta que cambió el Plan. Y seguía.